El sortilegio del tulipán

 

Ha llegado el momento para el debut anual de mi flor favorita, estamos en pleno apogeo primaveral, la época perfecta para visitar al “Keukenhof”, el jardín más bello de Europa. Aquí, el tulipán es el punto de todas las miradas, es el rey de los colores, es el señor de todos los campos, es la flor emblema de Holanda.

Interior de un tulipán. Copyright ALTUM/Alicia Reyes.
Interior de un tulipán. Copyright ALTUM/Alicia Reyes.
Amarillo alemán. Copyright ALTUM/Alicia Reyes
Amarillo alemán. Copyright ALTUM/Alicia Reyes
Palo de rosa. Copyright ALTUM/ Alicia Reyes.
Palo de rosa. Copyright ALTUM/ Alicia Reyes.

Cada año, cuando los días empiezan a ser algo más cálidos, y las noches y los amaneceres aún son muy fríos, los bulbos de los tulipanes, comienzan a brotar en las fértiles tierras de Leiden. Los campos de las afueras de la población holandesa de Lisse, a mitad de camino entre Amsterdam y La Haya, se llenan de colores como si estuvieran dibujados por la más colorida de las imaginaciones. Las puertas del Keukenhof se abren todos los años al público desde la última semana de marzo, hasta la última semana de mayo, es decir, el tiempo aproximado que dura la floración de las principales especies botánicas que en él se exhiben. Para muchos, la apertura de las puertas de este jardín, marca la llegada oficial de la primavera en Europa.

Tulipanes al cielo. Copyright Hernando Reyes.
Tulipanes al cielo. Copyright Hernando Reyes.

Proveniente de tierras de Asia Menor, el tulipán fue adorado por los otomanos, y con él embellecieron los pomposos jardines de Estambul. Los árabes lo introdujeron a Europa a través de Al-Andalus, y los holandeses perdieron la cabeza por él, encontrando en esta flor, dichas y desdichas. Su comercio tuvo que ser regulado en los países bajos en el siglo XVII, se dice que por un tulipán llegaron a pagarse 2500 florines, cuando una tonelada de queso costaba 120 florines. Leyenda o realidad, lo cierto es que muchos se hicieron millonarios con la especulación comercial de los tulipanes, pero también fueron numerosos los que encontraron la ruina. En el Keukenhof, está presente la amplia variedad de tulipanes y su pluralidad –existen más de 5000 variedades-, en la que sugerentes nombres resultan incluso tan seductores y hermosos como la misma flor: perla azul, luz del amanecer, o gotas de rubíes…

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Si existe alguna historia en torno a los tulipanes que verdaderamente me haya seducido (aunque tiendo a creer que es más una especie de “leyenda urbana”), es aquella que data de 1554, cuando el embajador austriaco Busbecq quería saber el nombre de una flor desconocida que le había dejado asombrado. Un señor sobre su turbante llevaba esta flor. Él preguntó al traductor «¿Cómo se llama esto?» y el traductor pensando que le preguntaba por el turbante, le respondió en lugar de «lale» como «tülbent». Así, fue puesto el nombre de tulipán en Europa.

 

En el Keukenhof, no solamente los tulipanes tienen protagonismo. Narcisos, jacintos, gladiolos, dalias, claveles, y muchas más especies botánicas son sembradas por diferentes floricultores, quienes, gozan de un espacio aquí para hacer florecer sus mejores bulbos, sus más preciados productos, que otorgan a la primavera holandesa un espacio floral y creativo único en el mundo, de diferentes especies, colores, composiciones, aromas y formas… El terreno es parte de la finca del castillo Teylingen, y en el siglo XV de él se extraían las hierbas y especias utilizadas en la cocina del castillo de Jacoba de Baviera, de hecho Keukenhof significa “jardín de la cocina”.

Jacoba de baviera en el Keukenhof. Copright Hernando Reyes.
Jacoba de baviera en el Keukenhof. Copright Hernando Reyes.

Los mismos arquitectos paisajísticos responsables de proyectar el Voldenpark de Amsterdam, son quienes diseñaron este jardín en el XIX, que ha recibido a más de 45 millones de visitantes desde 1949, año en que se organizara la primera exposición de flores al aire libre. Actualmente son 32 hectáreas, en las que más de seis millones de flores dan vida al primer atractivo turístico de Holanda en primavera. Este año el color del parque es el amarillo, y el tema que se ha entregado para la inspiración de floricultores, paisajistas, o propietarios de viveros, es “Alemania: país de poetas y filósofos”, a partir de este concepto, las ideas han ido tomando “color”, y muchos hemos caído rendidos ante las composiciones y los trabajos de una gente que muestra orgullosamente sus mejores productos. En 2011 han sido 91 los proveedores que han contribuido con sus bulbos a este gran exposición botánica y artística de manera gratuita, es su gran vitrina internacional, es el momento con el que tanto han soñado. No olvidemos que el 70% de la producción mundial de bulbos florales proviene de Holanda -10.000 millones cada año-, un sector que genera empleo a más de 150.000 personas.

Campos del keukenhof. Copyright Hernando Reyes.
Campos del keukenhof. Copyright Hernando Reyes.
Mágico amarillo. Copyright Hernando Reyes
Mágico amarillo. Copyright Hernando Reyes

Un paseo en barca –a la de este lugar los holandeses románticamente la llaman “de los susurros”-, bordeando unos campos repletos de flores, y que despliegan toda suerte de gamas y tonalidades, es una experiencia más que sublime y mágica, todo un “momentazo”, que tras vivirlo, me refiero siempre a él, como el “Sortilegio del Tulipán”. Además de ser uno de los lugares más fotografiados del mundo, este parque ofrece la muestra de esculturas al aire libre más grande e importante de los países bajos. Los recorridos y caminatas que se pueden realizar, permanecerán en el recuerdo de los más de 800.000 personas que lo visitan anualmente. Yo, personalmente no sé cuántas fotos hice entre prados, lagos, invernaderos y jardines.

Para poner un toque bastante más acorde con el destino, lo mejor sin duda, es recorrer el parque en bicicletas. Son de alquiler, y en concordancia con la idiosincrasia holandesa, son de color naranja. Pedalear sobre un mar de flores, no era algo que hubiera contemplado anteriormente.

Arte en el Keukenhof. Copyright Alicia Reyes
Arte en el Keukenhof. Copyright Alicia Reyes
Campos en Lisse. Copyright Hernando Reyes.
Campos en Lisse. Copyright Hernando Reyes.

El próximo sábado 16 de abril, tendrá lugar el Desfile Floral. Inspiradas en los grandes musicales de la historia, las carrozas temáticas hechas de flores, realizarán un recorrido de 40 kilómetros que parte de Noordwijk hacia Harlem. En la tarde pasará por una de las arterias exteriores del Kaukenhof, el Corso Boulevard. Las autoridades del parque permitirán a los visitantes salir para presenciar el desfile.

Nunca las flores tuvieron tantos colores como en esta atracción holandesa a la que cualquiera puede acceder fácilmente en transporte público desde las principales ciudades del país.

Tonalidades fucsias del tulipán. Copyright ALTUM/ALICIA REYES
Tonalidades fucsias del tulipán. Copyright ALTUM/ALICIA REYES
Mano escultural en el Keukenhof. Copyright Hernando Reyes.
Mano escultural en el Keukenhof. Copyright Hernando Reyes.
Lago y arte en el keukenhof. Copyright ALTUM/Alicia Reyes.
Lago y arte en el keukenhof. Copyright ALTUM/Alicia Reyes.

Creo sinceramente, que este espectáculo merece ser visto alguna vez en la vida.

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3 comentarios sobre “El sortilegio del tulipán”

  1. A mi tambíen me tienen fascinada los tulipanes, pero me tocará esperar al año que viene para ir. Ese día estaba en el jardín Botánico de Belfast donde por suerte pude ver muchos tulipanes. En Londres en Hyde Park también es una flor muy utilizada en esta época. Un saludo desde Mallorca 🙂

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