Cuatro hoteles para redescubrir rincones únicos

Debido al cierre perimetral de nuestras Comunidades Autónomas tendremos que disfrutar de la Semana Santa en nuestras propias regiones. Estos cuatro establecimientos de Logis Hotels le permitirán una cercana escapada para descubrir todos aquellos rincones que creía conocer .

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Bodega Otazu, un otoño de vendimia

La llegada del otoño es la ocasión perfecta para visitar Bodega Otazu y disfrutar de una experiencia que une patrimonio histórico, arte contemporáneo, naturaleza y cultura enológica. Entre los meses de septiembre y octubre, temporada de vendimia, los visitantes de la bodega podrán sumergirse en el mundo del vino a través de jornadas vitivinícolas de carácter único.

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OÑA, el pueblo que cuenta su historia a través de sus vecinos

No son actores profesionales, son los mismos habitantes de la localidad burgalesa de Oña donde cada mes de agosto sus habitantes se convierten en actores para recrear uno de los episodios más importantes de la “vieja Castilla”, aquel que se escribió con sangre hace más de mil años… De esta manera y gracias a un ejemplar modelo de convivencia, de implicación vecinal, de esfuerzo y determinación de todo un pueblo, un hecho histórico se ha convertido en toda una seña de identidad.

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Un San Valentín erótico y sin ropa

Adiós a los bombones y a las flores. Cupido llega este año derrochando sensualidad y erotismo, nos conduce a una revolución de los sentidos para ir mucho más allá de los límites del placer donde el látigo, las esposas, el antifaz y hasta las mazmorras esperan a todo aquel que busca el San Valentín más “HOT”. Así son los viajes más eróticos para elevar al máximo las cuotas de éxtasis en este día tan especial.

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Arantza Hotela, un amor de hotel

Cuando uno circula por las carreteras de acceso sabe ya que no se dirige a una ciudad. Lo hace intencionadamente buscando tranquilidad a la que se adapta durante el trayecto. Espera, quizá, encontrarse con un hotel rural, de mayor o menor nivel, como algunos de los que pueden verse por el camino. Pero entrar en el Arantza Hotela, es entrar de bruces en un mundo poético. En todos los sentidos y para todos los sentidos. La paz del entorno, el sonido de los cencerros del ganado pastando, el olor a madera y hierba o los árboles meciéndose no superan la impresión que causa la belleza del establecimiento, al que no falta detalle.

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