“Mount Kenya Safari Club”: Un hotel con historia
A doscientos kilómetros al norte de Nairobi y mirando al Monte Kenia -la segunda montaña de África tras el Kilimanjaro-, se encuentra una legendaria casa de la época del protectorado británico, hoy convertida en un lujoso hotel que sigue albergando en sus aposentos evocadoras historias de la exquisitez de otros tiempos; recordando excéntricas situaciones ocurridas en sus predios, y rememorando semblanzas de un amor novelesco. El Mount Kenia Safari Club, es uno de esos sitios de la lista internacional de “clásicos” por su abolengo, su pasado, y por su actual centro de conservación de animales, entre otras cosas. Sir Winston Churchill fue socio fundador del club, y otros miembros como Conrad Hilton, Bob Hope, Bing Crosby, Lord Mountbatten, el príncipe Bernhard de Holanda, Onassis, el Aga Khan, o Anwar Sadat contribuyeron a forjar la fama de un lugar que aún hoy es sinónimo de exclusividad.
De Nueva York a la sabana africana: Un intenso amor
La idea de realizar un safari, hizo que Rhoda Lewinsohn dejara en Manhattan a su millonario marido y a sus dos hijas; algo inusual para la época, pero normal en una mujer acostumbrada a vivir la vida intensamente. Corrían los años treinta, y Kenia era para entonces un prestigioso escenario en el que se sucedían deseadas cacerías, y del que se derivaban aventuras llenas de elegancia y distinción orquestadas por elitistas y refinados personajes. No tardó mucho en cazar su primer elefante, ni tampoco en caer en brazos de Gabriel Prudhomme, acaudalado francés bastante menor que ella, quien fuera propietario y piloto del avión que Rhoda y sus amigos contrataran para realizar su primer safari. Abandonó a su filantrópico cónyuge banquero para casarse en París con el joven y seductor aventurero galo. No menos romántico, resultó ser el lugar que escogieron en Nanyuki, en las faldas del Monte Kenia, para construir su hogar. El poético paraje no estaba a la venta, y era propiedad de otra pareja que quiso vivir su amor allí, pero que no logró cumplir su sueño, pues él murió en un viaje a Europa. Ella, desolada, decidió trasladar las cenizas desde Francia para esparcirlas por el monte. Como es de suponer fue Prudhomme, quien las trajera en su avión, y a cambio, Rhoda compró la tierra y se la regaló a su amante aviador. Mawingo significa “nubes” en swahili –idioma oficial de Kenia-, y en ellas, a las faldas del Monte Kenia, empezó la construcción de una mansión que ha pasado a engrosar la lista de los lugares más exclusivos y clásicos del mundo.
Quilates para los guepardos
Gabriel y Rhoda convirtieron su casa en una especie de “privé” de los grandes cazadores, quienes por encargo se dedicaban a conseguir animales, pieles, y marfil, para que estrellas de Hollywood, nobles europeos y millonarios de todas partes decoraran sus casas. En Mawingo, antigüedades, alfombras, fina cristalería y extravagantes tertulias acompañaban a una anfitriona querida por su excentricidad, y admirada por su singular forma de ver la vida. Rhoda consiguió que le amaestraran dos guepardos para su compañía a los que pendió impresionantes gargantillas de diamantes, y con los que salía a recibir a sus elegantes huéspedes llegados desde Nairobi. Aquí los más poderosos del mundo, no solamente eran extraordinariamente bienvenidos, sino que hicieron de esta casa una selecta “reserva” de muy difícil acceso. Poco antes de estallar la Segunda Guerra, el gobierno francés llamó a filas a Gabriel, y éste tuvo que partir para Argelia. Ella por su parte regresó a los Estados Unidos. Varios meses después se juntarían nuevamente en Nueva York, pero sin la fuerza de África y sus “nubes”, ya nada fue igual. El divorcio fue inminente. Se supo que antes de morir, Gabriel quiso devolver la casa de Nanyuki a la única mujer que amó, a la americana que le enseñó la pasión. Por algún motivo aún desconocido, no firmó su testamento y la propiedad pasaría a manos de su familia quien la vendiera a un empresario judío, Abraham Block.
El más exclusivo club del mundo: “Made by William Holden”
Convertida en Inn, Block se encargó de que siguieran alojándose en él famosas personalidades, y que el glamur conseguido hasta entonces no decayera. El famoso actor americano William Holden y sus dos buenos amigos Ray Ryan, un millonario texano; y Carl Hirschmann, un reconocido banquero suizo, llegaron al lugar buscando posada y sosiego para Ryan, quien estaba herido en un ojo tras una complicada cacería. El anhelado reposo, se convirtió en sociedad, y a partir de 1948 esta influyente terna engrosó su lista de activos con esta propiedad. A partir de entonces, muchos de los huéspedes serían trasladados hasta las instalaciones en alguno de los dos Rolls Royce que Holden había mandado tapizar en piel de cebra. Fueron varios los meses que tardaron las reformas del lugar. El diseño de los jardines, de claro corte inglés, fue minucioso, y en ellos, introdujeron todo tipo de aves exóticas junto con graciosos monos, como un atractivo más para el visitante. Armónicamente, la ampliación de las estancias a partir de la casa principal, se consiguió construyendo una serie de cottages, en los que el lujo era una constante. Señoriales chimeneas de piedra, y amplias terrazas con vista al jardín, se incluyeron en las inmensas habitaciones. Varias celebridades del cine empezaron a llegar a lo que para entonces, era ya el más exclusivo club del mundo. Holden encargó una increíble piscina que era visitada al atardecer por elefantes y gacelas para asombro de todos; y la construcción del campo de golf de 9 hoyos estuvo dirigida por el mismo Jack Nicklaus.
Comodidades, lujo, y calidad
Desde 1975 han sido varios los propietarios del Club. Sin embargo, es desde 2007, cuando ha vuelto a abrir sus puertas con un despliegue fascinante de servicio y calidad, manteniendo acertadamente las tradiciones de un pasado, y con todas comodidades del mundo contemporáneo, de la mano de la cadena Fairmont, la que viera su inicio en 1907 con el hotel “Fairmont San Francisco”, en California.
Los guepardos de la señora Lewinsohn parecen haber sido reemplazados por “Ducia” y “Volga”, dos labradores retreiver siempre listos para acompañar a los huéspedes en sus caminatas por los 110 acres de la propiedad, y los que a lo sumo esperan como recompensa tan sólo una manzana o un plátano. El golf y el croquet no pueden faltar en este legado británico, pero tampoco los caballos. Una cabalgata por la reserva de esta hacienda, con guías especializados, es un tipo de safari -o de viaje como se dice en swahili-, que exalta desconocidas emociones. Cebras, búfalos, gacelas, miles de aves, elefantes, hienas o los típicos prados africanos con sus apacibles acacias de espinas, quedan grabados en la memoria de quienes experimentan esta forma de acercamiento a la naturaleza. Tomar una copa en el famoso bar del hotel, el Zebar, o cenar en su restaurante con manjares del continente negro es algo que todos hacen en el más legendario de los ambientes, a la sombra de viejas fotografías de emblemáticos personajes que contribuyeron a la historia de este mítico lugar. Disfrutar de una cena puramente africana rodeado de antorchas, es posible bajo petición especial. El entorno supera cualquier tipo de sortilegio, las mesas lucen coloridas telas de indumentaria masai a modo de manteles, y los utensilios empleados para el servicio provienen de las más arraigadas tradiciones de diversas tribus keniatas.
Un orfanato educacional
La sostenibilidad ambiental está en voga, y aquí lo estuvo desde antes que esta tendencia mundial estuviera de moda. La “Fundación William Holden” ha preservado la vida de especies en extinción, y en la actualidad imparte programas educativos y de formación académica a cerca de 10.000 estudiantes anualmente, a través del “Centro de Conservación de Animales”, en los predios del hotel. Desde el respeto por la flora y la fauna, los visitantes disfrutan y comprenden el papel de los animales y la vegetación en el medio ambiente, en un recinto creado especialmente para dichos propósitos, y en el más natural de los escenarios. Programas de cría en cautiverio y de reproducción animal, están a la orden del día, junto con técnicas de siembra, y cultivos de hortalizas y árboles autóctonos. Muchos de los protagonistas del centro, son huérfanos, están enfermos, o requieren de un cuidado especial antes de ser puestos nuevamente en libertad. El “Mount Kenya Wild Life Foundation”, es toda una institución en el país africano, y recibe constantemente desde todas partes del mundo, grandes sumas de dinero como donativos.
Alojarse en este hotel, no solamente lo transportara a una época de sofisticación y glamur, sino que le permitirá realizar durante el día inolvidables excursiones a puntos en los que los más grandes tópicos africanos son una fascinante realidad: el Lago Nakuru, la reserva de “Ol Pajeta”, o entrar en contacto con algún masai; los más osados podrán realizar travesías de senderismo guiado por las faldas de la montaña que da nombre a este lugar: Monte Kenia. Pero sin duda, lo más importante es conocer la importante labor que esta fundación realiza para mantener el equilibrio medio ambiental y la protección de las especies.
Ava Gardner fue huésped frecuente durante los rodajes de “Las Nieves del Kilimanjaro” (1952) y “Mogambo” (1953) junto a Grace Kelly y Clark Gable. También lo hicieron Deborah Kerr con “Las Minas del Rey Salomón” (1951) y Robert Redford con “Out of Africa” (1985). Rockefeller y Khashoggi igualmente sucumbieron ante tan encantador lugar
Safari fotográfico en “Ol Pajeta”:
Esta reserva destinada a la conservación y protección del rinoceronte negro, ofrece la posibilidad de realizar safaris fotográficos en plena llanura africana en las faldas de los Aberdares, y con el Monte Kenia de fondo. En ella habitan los cinco grandes: rinocerontes, elefantes, búfalos, leopardos y leones; además de muchas otras especies. La reserva, cuenta también con el único conservatorio de chimpancés rescatados de Kenia. Ol Pajeta, ofrece además, la posibilidad de efectuar un safari nocturno, en donde con la ayuda de sus poderosas lámparas, los guías conseguirán iluminar varios animales de difícil observación durante el día, como zorros, puercoespines, osos hormigueros, mangostas, y un sinfín de aves. La reserva se encuentra a corta distancia del hotel.
El Valle del Rift y el Lago Nakuru:
La columna vertebral de Kenia es el Rift Valley, una enorme falla que atraviesa el país de norte a sur y que se originó durante la era prehistórica por un movimiento de placas tectónicas. La superficie del valle está salpicada por algunos de los lagos más populares de África, como el Nakuru, donde miles de flamencos tiñen de color de rosa su paisaje. El lago Nakuru está poblado por más de un millón y medio de flamencos y 450 especies diferentes de pájaros y ofrece cada día uno de los espectáculos más coloridos y fascinantes del mundo. Situado dentro del Parque Nacional del mismo nombre, está enmarcado entre bosques y llanuras infinitas, refugio también, del autóctono rinoceronte blanco. En el trayecto desde el hotel se puede hacer una parada en las Thompson Falls, unas espectaculares cataratas del Valle del Rift. Esta excursión de un día entero, bien merece la pena.
Guía Práctica:
Cómo llegar: No existen vuelos directos entre España y Kenia, por lo que es necesario volar vía algún punto europeo. Nuestra propuesta, es hacerlo con Brussels Airlines, vía Bruselas.
Vacunas Obligatorias: Fiebre amarilla si se procede de una zona infectada. Por lo tanto no hay vacunas obligatorias para los viajeros procedentes de España.
Vacunas Recomendadas: Fiebre amarilla, hepatitis, tifus, tuberculosis y tétanos. También se recomienda tomar medidas profilácticas contra la malaria (sobretodo en época de lluvias).
Pasaporte: Validez mínima de 6 meses.
Visado: Los ciudadanos españoles deben proveerse de visado para entrar en Kenia, con independencia del motivo de su viaje. Se puede tramitar en la Embajada de Kenia en España en Madrid. También puede obtenerse en el aeropuerto de Nairobi, en el de Mombasa y en las fronteras terrestres con Tanzania y Uganda. El visado ordinario tiene una validez de 3 meses y su precio es de 20€. Es necesario adjuntar dos fotografías tamaño carnet.
Clima: La línea ecuatorial divide al país en los dos hemisferios, quedando el Norte de Kenia, en el hemisferio norte, y el sur del país en el hemisferio sur. Kenia tiene un clima tropical caluroso y húmedo en la costa, mientras que en el interior las temperaturas son templadas, y en el norte y noroeste predomina el ambiente seco. En algunos parques nacionales del interior las temperaturas son frescas durante la noche.
Nairobi: Entre 13 y 25 grados
Mombasa: Entre 20 y 30 grados
Norte: Entre 25 y 38 grados
Montaña: Entre 8 y 27 grados
Entre abril y junio tiene lugar la estación de lluvias.
Ropa: La ropa de safari debe ser ligera y de colores claros. Se recomiendan prendas sueltas de algodón o lino que no ciñan el cuerpo. Las mangas largas vienen bien para proteger de los mosquitos y algún chubasquero para la lluvia. Algún a forro polar o prenda de abrigo es recomendable en las frías noches de algunos parques nacionales del centro y norte del país. Imprescindibles son los prismáticos, cámaras, baterías de repuesto, protector solar y repelente de mosquitos.
Moneda local: la moneda es el chelín keniano. En la página www.centralbank.go.ke se pueden consultar los tipos de cambio oficiales, aunque el cambio aproximado es de 92.06 chelines por euro. Los euros pueden ser cambiados en bancos y casas de cambio donde también se pueden cambiar dólares y libras esterlinas sin problema. Los bancos del aeropuerto están abiertos 24 horas al día, mientras que en la ciudad el horario es de 09.00h a 14.00h. No todos los supermercados, restaurantes y tiendas aceptan tarjetas de crédito, en los hoteles su aceptación está más generalizada. Tanto en Nairobi como en Mombasa existen cajeros automáticos
Diferencia horaria: Por estar GMT+3, en verano es una hora más y en invierno 2 más que en España. Este es uno de los puntos fuertes de Kenia, ya que se convierte en un destino fantástico para escapadas cortas, y para aquellos que quieren evitar el jet-lag
Más información: www.magicalkenya.com.es y www.fairmont.com/kenyasafariclub