Viendo las colas que diariamente se forman ante la librería “Lello e Irmao” en Oporto, se entiende que este edificio, a un paso de la Torre de los Clérigos, se haya convertido en el monumento privado más visitado de Portugal con un millón doscientas mil visitas al año.
Texto: Araceli Viqueira
Fotos: Redacción ALTUM
Oporto es uno de los destinos más apetecidos por los españoles. Hay quien dice que se ha convertido en lugar de moda, que ha robado protagonismo a Lisboa. Sea como sea, lo cierto es que su aire melancólico convive a la perfección con la vida que emanan sus calles. De noche. De día. No importa, siempre hay algo interesante que ver en la que algunos denominan la capital mundial del vino. De eso hablaremos también, pero ahora nos centramos en la lectura.
Solera y tradición
Librerías no faltan en Oporto. Las hay en todas las esquinas; aunque es posible que la que encontremos este año no perdure hasta el siguiente. Las librerías antiguas, con solera, son las que se mantienen.

Resisten y siguen haciendo las delicias del público; no solo de los turistas, tal es el caso de «Lello e Irmao» que con un millón doscientas mil visitas al año; 3.500 al día, obligan a pintar las escaleras interiores cada 4 años.
La afluencia de público a punto ha estado de acabar con el objetivo inherente a toda librería: la venta de libros. El cobro de 5 euros por la entrada no ha evitado las colas pero ha logrado que muchos visitantes recuperen el importe tras la compra de un libro.

Lello combina el atractivo arquitectónico de su fachada e interior, la venta y localización de libros difíciles, sino imposibles de encontrar en otros lugares y, por supuesto, personal especializado para atender en cada una de las secciones. La suerte estuvo de nuestra parte.
En nuestra visita pudimos ver expuestos 13 libros de Miró, procedentes de su propia casa. De ella solo habían salido hacia Alemania en una ocasión anterior, en 2016.

Valor y precio no son lo mismo
En una sala no accesible al público, protegido en vitrina, la “livraria” custodia su ejemplar más antiguo : The Luisad o Portugals, (Las Lusiadas) un poema histórico, considerado una de las mejores epopeyas del Renacimiento, escrita por Luis de Camoes.

Por esas vitrinas pasan, a veces fugazmente, ejemplares poco comunes como ese de la primera edición en francés de El principito que, firmado por su autor, se ha vendido por 20.000 euros.

De la misma colección, sin su firma, el ejemplar gemelo seguía a la venta por 3.500 euros. Maravillosos libros de colección, que pueden rondar los 1.000 euros, se codean con textos de la editora de la librería a precios más modestos.
Gracias a la lotería
La librería tiene su propia historia. La pasada y la más reciente. La empresa se creó por Ernesto Chardron en 1869.

Tras su prematura muerte fue vendida en varias ocasiones hasta que, gracias a un boleto de lotería premiado, llegó a manos de los hermanos Lello. El edificio actual, con detalles modernistas y neogóticos construido por Francisco Xabier Esteves fue inaugurado en 1906. Desde entonces se han ido haciendo reparaciones. La última en 2016 cuando fue restaurada la fachada y la vidriera en la que junto al lema “Decus in labore” se esconde un guiño a los tiempos modernos: un diminuto emoticono que les reto a buscar.

La máquina registradora de 1900, que hasta hace un par de años se utilizó en la cafetería, se conserva un rincón de la suerte por el que se pasan los décimos de lotería con la esperanza de correr la misma suerte que los hermanos Lello. Sin embargo, lo que llama la atención en esta librería son, además de las pinturas de Bielman en el exterior, sus serpenteantes escaleras rojas , protegidas por balaustradas que antes de llegar a la primera planta se abren en dos alas que nos llevan ante estanterías tapizadas de libros de techo a suelo.
«She» loves Portugal…
El lugar desprende magia, contagia ilusión. Es lo que debió ocurrirle a J.K Rowling, autora de la saga Harry Pootter, quien durante los años que vivió en Oporto solía visitar la librería y el renombrado «Café Majestic».

La película nunca se rodó allí, el joven Potter, tampoco la ha pisado. Su autora sí. Y sus libros han sido presentados allí. Muchos han sido los guiños que Rowling hace en sus libros a Portugal y fácilmente identificables los que se originan en este lugar de “culto”.
Más información: www.lavrairalello.pt