Este complejo turístico, uno de los mejor posicionados en el sector del turismo deportivo y también uno de los pocos hoteles españoles que encajan perfectamente en el concepto internacional de “Desert Hotels”, se encuentra ubicado en el sur de la isla de Gran Canaria en el célebre desierto de Maspalomas. Adaptado perfectamente al paisaje volcánico insular, es un lugar donde el poder de la naturaleza se funde en el horizonte con el azul del mar dando cabida a dos espectaculares campos de golf que son la excusa de media Europa para una escapada deportiva y de lujo a nuestras islas atlánticas.
Por: Hernando Reyes Isaza
Muchos de los grandes viajeros del mundo del lujo coinciden en que no usan reloj en sus escapadas de placer. Son conscientes de que la exclusividad va unida a la desconexión, y probablemente por ello un hotel construido en un desierto, y semi aislado del “mundanal ruido”, la exclusividad del lugar está servida y el corte con cualquier rutina del diario vivir está garantizado.
Ubicado en el desierto de Maspalomas, al sur de Gran Canaria, el clima es árido y soleado a lo largo de todo el año, garantizando así que las condiciones metereológicas siempre sean aliadas de los huéspedes.
Paisajismo “Made in Arizona”
El estudio Allen + Philp Architects de Arizona (zona desértica por excelencia), y que cuenta con tres docenas de premios por sus innovadores proyectos, fue el encargado de ejecutar el diseño y las obras de este establecimiento que si bien en sus años originales fue parte de la cadena Sheraton, hace ya varios años que va por libre.
Este fue pues el primer proyecto en suelo europeo de una firma que ha puesto aquí de manifiesto su absoluto respeto por el medio ambiente y una acertada integración de la arquitectura con el paisaje; una construcción que bien encaja dentro del estilo Dessert Hotel, que se viene imponiendo con más peso en el mundo de los hoteles de lujo desde hace ya unos años.
Desde el cercano Valle de Ayaguares, llegaron muchas piedras naturales que fueron utilizadas en la obra para que no distorsionaran con el paisaje volcánico del lugar y reflejaran la belleza del sur de la isla.
Noches de tranquilos sueños
Son 313 habitaciones espaciosas y confortables habitaciones de diversas categorías, todas ellas pensadas para descansar y dotadas de todas las comodidades. Decoradas con diseño contemporáneo cuentan además con balcón o terraza privados.
El diseño interior corrió a cargo de la reconocida arquitecta Marta Sanjuan García Triviño, en colaboración con la empresa catalana GCA Arquitectes Associats, y contratada por Satocan, la companía constructora de Canarias propietaria y gestora de Salobre Hotel Resort & Serenity. Por otra parte, los jardines del hotel fueron diseñaados cuidadosamente por la empresa PATIO Landscape Design.
Para cada persona, para cada momento
Son siete piscinas distribuidas en varias plantas del hotel, pero sin lugar a dudas la llamada Sunset “es el lugar” gracias a sus vistas panorámicas.
Si se es más afín con el mar, existe a disposición de los clientes un Beach Point cerca de Maspalomas que cuenta con vestuarios, taquillas y transfer gratuito.
Dos campos de golf a falta de uno
Roland Favré, miembro del equipo de profesionales de diseño que aquí intervino, se empeñó en que el campo de golf tuviese unas vistas impactantes desde cualquier punto tanto al mar como a la montaña.
Él diseño el campo llamado Salobre Old (18 hoyos con par 71) no solamente supo aprovechar los barrancos típicos de la zona sino que acompasa magistralmente el juego entre zonas verdes y ajardinadas con el entorno de aridez desértica que lo rodea. El recorrido por él resulta entretenido para cualquier nivel de juego; y la filosofía del Salobre es ofrecer a todos los clientes un servicio de alta calidad, que incluye un green fee, tee, agua, arreglapiques, golfcar, libro del campo, valet parking y tag personalizados.
El segundo campo, “Salobre New Course”, consta de 18 hoyos con nuevos tees de salida reformados en 2018. Además, de disfrutar de este insólito lugar, los jugadores cuentan con el llamado “Club Maker”, un servicio único en Gran Canaria para mejorar la técnica con asesoramiento personalizado, la “Golf Academy” para iniciarse, “La Milla Práctica” para relajarse y mejorar el juego en un solo lugar,el único “Trackman System” de la isla y, por supuesto, torneos para competir y disfrutar del golf en plena naturaleza.
Más que comer y beber
Los restaurantes y bares de Salobre Hotel Resort & Serenity conforman una experiencia culinaria que va más allá de comer y beber. Desde la mañana a la noche se pueden degustar todo tipo de creaciones locales basadas en los sabrosos productos autóctonos de Gran Canaria, o también degustar un buen cóctel.
Tener un lugar, con privilegiadas vistas a los campos de golf, donde comentar los 18 hoyos, bien del New o del Old Course, recibir novedades sobre campeonatos y clasificaciones en pantallas informativas, tomar un cóctel, comer algo ligero o elaborado junto al resto de jugadores, e incluso disfrutar de música en directo cuando cae la noche… Todo esto sucede en The S Club, el nuevo lounge que el hotel ha creado como punto de reunión para los aficionados (o no) al golf. Todo el mundo es bienvenido y a cualquier hora del día.
Para comer, apuestan por la swing food y en la carta encontramos sugerencias para compartir y platos principales como la Hamburguesa S Club Black Angus o el tartar de aguacate . Para recuperar fuerzas, nada mejor que entregarse al dulce con el Banoffee, un postre con plátano salteado, compota de fresa, crema y crujiente de plátano . La noche en el lounge se vuelve mágica con la música en directo que invita a relajarse tomando una copa, smoothies o cócteles.
El Sunset Bar, situado en la planta más alta del hotel, es un espacio idílico donde disfrutar de unas vistas únicas. Ofrece una variada selección de finger food y comida fusión, en un ambiente de coquetos rincones y camas balinesas.
Pero la gran apuesta culinaria es Sidecar, un novedoso concepto de restauración fiel al sello de identidad del hotel: autenticidad y distinción. El objetivo de este espacio, no es otro que llevar al comensal a una experiencia sensorial que comienza por la vista a través de una cocina abierta, donde ver de cerca cómo se cocina el plato elegido.
El sentido del gusto se verá plenamente satisfecho con solo mirar la carta. Sus fogones se basan en la cocina de mercado con influencias del mundo y en la reinvención de recetas clásicas en sugerentes platos como el Tartar de atún rojo con mahonesa de wasabi, cebolla encurtida y mango sobre hoja de capuchina o el Pulpo salteado con una variedad de papas canarias, mojo hervido y algas wakame.
Bienestar divino bienestar
Con claras y definidas zonas interiores y exteriores en este hotel la salud física y mental están garantizadas.
Es posible realizar todo tipo de actividades holísticas y deportivas con gimnasio, pista de baloncesto, bicicletas, zona de eco fitness, campo de fútbol, clase de yoga o pista de running. Y para alcanzar el estado de máxima y pura serenidad sin estrés alguno, recomendamos cualquiera de las terapias faciales y corporales (sin olvidar el circuito wellness) del centro Be Aloe.
Sauna finlandesa, duchas biotónicas, cabina de oxinoterapia o fuente de hielo se pueden alternar con momentos de vital restauración muscular en la piscina “vitaly” con chorros terapéuticos, camas de burbujas y cascadas de agua.
Más información: www.salobrehotel.com