Trinidad y Tobago, el Caribe nunca imaginado

La isla de Trinidad fue un tranquilo y apacible lugar hasta finales del siglo XVIII, a diferencia de su hermana Tobago que había estado sometida a continuas disputas entre holandeses, franceses, letones e ingleses, que pretendían conseguir el sueño de “ser tan rico como un hacendado de Tobago”. La hermana menor de Trinidad conserva el nombre amerindio de tabaco, que al igual que el oro y el azúcar fueron verdaderas obsesiones para los europeos.

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