El Mentidero de la Villa

Madrid, España

Ha dejado de ser un secreto a voces para estar en el paladar de todos. Distinguidos miembros de la sociedad, empresarios y diplomáticos o jueces y vanguardistas chic, coinciden en que pocos son los lugares que ofrecen una carta de cocina tradicional tan bien lograda inspirada en las bases mediterráneas.

Texto: Hernando Reyes Isaza

      El esquinazo de las calles Almagro y Zurbarán lo ocupa este “señor» restaurante cuyo nombre rinde homenaje a aquellos espacios públicos a los que, en la Villa y Corte de Madrid, y a lo largo de los s.XVI y s.XVII, acudían toda suerte de personajes de diferentes estratos sociales para conversar, opinar, comentar los temas de actualidad o incluso emitir alguna primicia que terminaría rodando de boca en boca. A fin de cuentas, se diría que era el “ágora” ibérica del hablar y disfrutar… del mentir y el detallar, de ejercer de locuaz y convincente.

Un exitoso tándem

      Sus propietarios, son Borja Anabitarte y Lara Alonso del Cid, una pareja con seis hijos en su haber y, sin duda, un exclusivo restaurante levantado a base de mucho trabajo y dedicación. Este matrimonio consigue el tándem perfecto: él, formado en Arzak, titulado por la prestigiosa École Hótelière Genève de Suiza y por Ecole Ritz Escoffier de París, además de haber trabajado en el reconocido restaurante Scott´s de Londres, se convirtió en un renombrado chef.

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Ella por su parte, además de haber sido alumna de Borja en unos cursos de cocina, es una profesional del marketing con un acertado perfil comercial que ha conseguido un posicionamiento del lugar del que habla todo el mundo. Un “maridaje” perfecto que ha logrado el efecto esperado: hoy en día en este restaurante se charla distendidamente, se pactan acuerdos, se cierran negocios y, cómo no, se comentan los últimos bemoles de lo que se “cuece” en las altas esferas.

Borja Anabitarte y su señora Lara Alonso del Cid, propietarios de «El Mentidero de la Villa»

     Pero lo que realmente acontece en este “mentidero” es que se come excepcionalmente. En palabras de su propietaria, y evocando con suma discreción al ya pretérito lugar que le diera el nombre, afirma: “… la comida es cosa nuestra, y las verdades o mentiras que se hablen, de los comensales”.

     Sus 20 años de historia empresarial retan aún más a esta pareja no solo a mantener los peldaños alcanzados, sino a seguir conquistando adeptos con una calidad excepcional y una innovación tan discreta como sofisticada. Y lo vienen haciendo desde que abrieron las puertas del primer “Mentidero” en la calle Santo Tomé. El éxito del mismo los condujo a la apertura de su negocio de catering que se inauguró el mismo día de su boda; hace siete años cuentan con una finca para todo tipo de celebraciones y eventos en la localidad de Alalpardo a 30 km de Madrid; y desde hace un lustro, es Madrid la que cuenta nuevamente, con un “Mentidero de la Villa”, esta vez convertido en templo del buen comer en plena calle Almagro.

Terraza del Mentidero de la Villa para disfrutar del buen tiempo.

Tradición contemporánea

     En su carta se pueden encontrar entrantes como unas exquisitas alcachofas a baja temperatura en horno de leña con aceite de oliva, un clásico que se sirve incluso fuera de temporada porque se confitan para que duren todo el año; los espárragos blancos naturales al carbón con papada ibérica de Joselito; el atún rojo en tartar con aguacate cremoso o unos canelones de langostino tigre con crema de gamba roja. Para los amantes del pescado, “El Mentidero de la Villa” ofrece platos como las vieiras plancha con pasta fresca a la trufa blanca y el pulpo gallego de roca a la plancha con aceite de pimentón y puré cremoso, además de sus platos del día, en los que suelen destacar maravillosas piezas de rodaballo y rape.

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     Tampoco pueden faltar platos de cuchara como los callos y morro con su suave toque picante. Y para los más carnívoros, el steak tartar “Mentidero” con mayonesa de trufas negras o el steak tartar clásico, con o sin huevo frito; el solomillo de ternera al carbón de leña o el wagyu laminado a la brasa con suave chimichurri (nuestro favorito). En el apartado de dulces, nada mejor que la trilogía de chocolate con chocolate caliente, la crema de limón con merengue italiano o la tarta tatín de manzana caramelizada con chantilly de vainilla. Todo ello se suma a una impresionante bodega en la que se pueden encontrar más de 150 vinos, desde los más clásicos hasta aquellos más especiales.

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     Sea cual sea el tipo de reunión que el comensal pretende llevar a cabo, la privacidad está garantizada para quienes lo requieran. El local dispone de cinco reservados (que cuentan con una ocupación cercana al 100%) para asegurar ese hermetismo a veces tan necesario, y otras tan deseado en determinados momentos de negocios, circunstancias familiaries, o cuestiones empresariales…

Aspecto del interior con uno de los reservados a la izquierda.

El “Mentidero” más casual

     El “afterwork” se ha impuesto, está de moda y sigue en ascenso… lo buscan los ejecutivos, los curritos más trendies y los amigos que, al ocaso, comparten una copa para comentar, hablar, discutir, o “mentir”; sencillamente para remembrar el verdadero sentido de los antiguos mentideros.

Espacio del concurrido Snack Bar dondel el Gin & Tonic y el jazz amenizan los mejores «afterwoks» de Madrid.

Para ello, su snack bar, llamado Mentidero & Gin, permite, con su decoración de corte inglés contemporáneo picotear a deshoras o almorzar, además de comer y cenar de una manera más “light” ya no en el sentido calórico de la palabra, sino diríamos en un contexto social y protocolario distendido y relajado. Porque, ¿quién no quiere disfrutar de unas riquísimas hamburguesas acompañadas del mejor Gin & Tonic o disfrutar de un surtido de combinados y sensacionales mezclas de la mano de expertos cocteleros?

Más información: http://www.mentiderodelavilla.es