Enamorada de los sabores de España y tras haber debutado en Kiev, Odessa y Moscú con el restaurante japonés “Fog Factory”, la chef ucraniana Olena Ros abre en Madrid “Rolenka”, el que considera la extensión de sí misma y donde puede expresarse…
Texto: Hernando Reyes Isaza
En el número 30 de la madrileña calle Mayor ha abierto sus puertas el restaurante Rolenka cuya propuesta es un producto honesto elaborado con materia prima de primera calidad y alejado de arquetipos de moda o de cualquier influencia. Aquí se respetan los sabores, la premisa del lugar es muy clara: “no enmascarar el producto”, una regla que la chef Olena Ross impone con rigor.
De Ucrania con amor
Ucraniana de nacimiento, Olena Ros, creció en una familia en la que las recetas pasaban de generación en generación.
Su región está enmarcada por un microclima que gracias a sus temperaturas no agresivas produce verduras de muy buena calidad y también patatas y arroz. Además de gran importancia en la dieta del lugar son los productos de caza, la ternera, el conejo, la gallina, el cordero o el cerdo; y así en su terruño nació su afición por la cocina y la gastronomía.
Esto la llevó a desplazarse a Kiev, la capital, en aras de profesionalizarse. Finalmente, y en compañía de otros socios terminó abriendo “Fog Factory”, un restaurante de cocina japonesa que actualmente cuenta con sedes en Odessa y en Moscú.
Desde la primera vez que pisó tierras españolas sintió el flechazo de Cupido por nuestro país, se enamoró de nuestra nación, de Madrid y de nuestra gastronomía, pero lo hizo especialmente por el gusto que tenemos los españoles por el producto de temporada.
No tardó en inscribirse en un curso de cocina española en Le Cordon Bleu, y para aplicar todo su conocimiento creó Rolenka, un restaurante que en sí mismo es la propia expresión suya y un lugar donde realmente se puede expresar.
Diferente y Variada
La carta de Rolenka es llamativa y muy original, y detallándola se aprecia fácilmente el amor de Olena por la cocina tradicional, la de pueblo, la de siempre, la que nos dice, le recuerda a cómo cocinaba su abuela, y ejemplo de ello, que además vienen muy bien como entrantes para compartir, son las croquetas de carabinero o el rabo de toro en patata rösti al chocolate que encontramos en una carta diferente y variada.
El plato favorito de la chef ucraniana es la carrillera de ternera con polenta cremosa y salsa de trufa negra; y otro plato principal que nos entusiasma es el confit de pato con salsa de naranja y puré de patatas. Los aficionados al pescado no deben pasar por alto la dorada fresca crujiente con tiernas verduras de temporada.
Los postres ponen el broche de oro a la experiencia que se vive en este lugar, el que a escasos metros de la Puerta del Sol, por fin otorga a la zona más visitada de la ciudad un nivel gastronómico más allá de los sitios turísticos, y que ya hacía falta.
La tarta tatin de manzana hecha a la manera artesanal con helado de vainilla es uno de los postres más demandados, pero también tiene muy buena acogida el ravioli de piña con mango con salsa de lima.
“After lunch” y cócteles de autor
El concepto de cocina “Non Stop”, que por suerte cada vez aumenta en Madrid, ha tenido una acogida muy positiva entre todos aquellos que quieren tomar un tentempié de calidad a cualquier hora y bien elaborado. Para quienes terminan una reunión tarde y no saben dónde comer, Rolenka ofrece varias opciones: ensalada de tomates corazón de buey, y otros platos que mantienen la esencia del lugar como la ensaladilla rusa, el salmorejo, o los huevos rotos trufados.
El proyecto coctelero de Rolenka está bajo la batuta del magistral Claudio Cracco quien avalado por la formación que aportan lugares de la talla de la antigua destilería Guiness Storehouse en Dublín; Papagayo Beach Club en Tenerife, o el chiringuito de Mario Bravo en Marbella, presenta una amplia carta de combinados.
Los cócteles destacan por su componente visual y sus originales sabores. Una inédita versión del mojito, el Moji-Té -todo un viaje a Cuba con escala en marruecos-, o el “Taste of Cinema” -con palomitas y Coca-Cola- son algunas de las 9 opciones que Cracco ha materializado en Rolenka.
Más información: www.rolenka.com