A orillas del Caribe y en pleno corazón de Willemstad la capital de Curaçao encontramos este lugar de marcado carácter internacional que nos cautivó desde el primer momento. Se trata de un Ocean Club donde pasar el día con vistas al mar y en la piscina más chic de la isla es una experiencia altamente recomendable para los más cosmopolitas y los adictos al “lounge music”.
Su restaurante ofrece una variada selección de aperitivos y platos de excelente calidad tanto fríos como calientes… Desde un simple pinchito satay hasta un grandioso plato de langosta, desde el pescado más fresco hasta un delicioso plato de noodles. El chef Stefanus Onrust selecciona los mejores productos para sus creaciones y esmeradamente cuida cada detalle a la hora de servir.
Las bebidas del bar son de lo más variado y los cócteles de la casa son la tentación de muchos. Nosotros nos quedamos con el Ice Tropez, una creación de autor muy acorde con el sitio (por lo del vino espumoso que lleva…).
Las fiestas temáticas que organizan con frecuencia se han convertido en punto de encuentro obligado para la gente más “fashion” de la isla. Nosotros damos fé de ello tras la fiesta brasileña a la que asistimos, en la que por cierto, los DJ´s fueron excelentes y sus combinaciones aún más: jazz lounge, club lounge, latino lounge, latin beat y mellow…
Saint Tropez es el lugar ideal para relajarse con la mejor música, en este fascinante rincón holandés de ultramar. Es sin duda uno de esos sitios dignos de aparecer en el listado de los sitios más exclusivos del Caribe, y lo que termina por hacerlo fascinante, es la sencillez de sus propietarios siempre integrados con sus clientes de la forma más natural y espontánea dentro de ese concepto de “lujo sin pretensiones” que son capaces de plasmar a la perfección.