Rumbo al Báltico

Hoy empiezo un viaje a dos ciudades fascinantes. La primera, Tallín, medieval, y según dicen, como sacada de un cuento; y a Estocolmo, la gran dama escandinava, la noble del norte, la nórdicamente bella…
Últimamente me he aficionado a escribir en los aviones. Hoy, mi asiento es el 20D y me encuentro en algún lugar entre Madrid y Helsinki, donde enlazaré con otro vuelo de Finnair, que me llevará a Tallín, la capital de Estonia, una de las tres repúblicas bálticas. Nunca he estado en Estonia, y la verdad, Tallín es una ciudad que he querido conocer desde hace tiempo, pues a parte de ser Patrimonio de la Humanidad, dicen que su casco histórico medieval, es de los más bonitos y mejor conservados de Europa. Cualquier destino nuevo me genera una especie de ansiedad, que siempre recuerdo gratamente cuando no estoy viajando. En Estocolmo sí he estado, y volver a visitarla me llena de ilusión, es sin duda, una de las ciudades más impresionantes y hermosas que conozco.

En cuanto a Estonia, tengo que reconocer que no sabía mucho, pero que en estos días previos al viaje, he hecho los deberes, y algo he aprendido sobre un país, como poco, sorprendente. La verdad es que su historia ha sido algo convulsionada. Desde el siglo XIX, estuvo bajo el poder de los zares rusos. Tras la revolución bolchevique, consiguió su independencia en 1918, pero la Unión Soviética no reconocería el nuevo estado hasta 1920. En 1940, Stalin invadió el país, que a su vez, estuvo ocupado por los nazis durante cuatro años. Fue en 1944 cuando se instala el régimen soviético, el cual se mantuvo por más de 50 años. Finalmente, Estonia se declaró estado independiente en 1990, y desde 2004 es miembro de la Unión Europea.

De esta república parlamentaria, la más potente de los llamados “Tigres Bálticos” -los otros dos son Letonia y Lituania-, me ha sorprendido mucho, que el 75% de la población sea urbano, especialmente al ser un país con costa, y en el que el mar ha sido punto fundamental en su historia y en su desarrollo. Pero mucho más perplejo, me han dejado los siguientes datos:

• Estonia, se posiciona a la cabeza en el uso y desarrollo de internet dentro de la Unión Europea.

• Estonia, fue el primer país en implementar el voto electrónico en unas elecciones a escala nacional, y ha sido también el primer estado en introducir el documento nacional de identidad electrónico.

• El Parlamento Nacional, ha incluido el derecho del uso de las nuevas tecnologías, dentro de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

• Los padres de Steve Juvetson, el creador de Hotmail, escaparon de su Estonia natal, cuando ésta fue ocupada por la Unión Soviétiva. En los Estados Unidos, Juvetson, compraría a un joven de la India un proyecto por U.S.$300.000, que al cabo de dos años vendió por cuatroscientos millones de dólares: Hotmail.com, un negocio de altísimo riesgo, que no le salió nada mal.

• Ahti Heinla, Priit Kasesalu, y Jaan Tallin, tres amigos inseparables de la capital de Estonia, fueron los creadores de Kazza, el famoso programa de descargas de internet, una aplicación pionera en el intercambio de archivos a través de la red (P2P).

• Al trío anterior de programadores, se unió el también estonio Toivo Annus, el inventor de Skype. Gracias a este programa, más de diez millones de personas en todo el mundo, hacemos llamadas gratuitas.

La población del país, ronda el millón y medio de habitantes, y presenta una de las mayores concentraciones de mamíferos de Europa: corzos, alces, jabalíes, ciervos, lobos y linces, además de 800 osos pardos censados.

Este año Tallín, junto con la finlandesa Turku, comparten la capitalidad europea de la cultura. Diversos eventos tienen lugar a lo largo de todo el 2011 en ambas ciudades, y se prevé que el turismo aumente considerablemente. De momento, dejo este post a modo de abrebocas. A ver con qué me encuentro…