En el empeño de conocer recónditos lugares y exóticos parajes, Al & Tum se adentran en los terrenos subsaharianos. Han llegado a Senegal atraídas por los muchos encantos de estas tierras del occidente africano; desde el Lago Rosa, uno de los de más alta salinidad del mundo, han dado por fin señales de vida.
En la mítica tierra de los bao babs, esos árboles milenarios de África en torno a los cuales se tejen toda suerte de leyendas y sortilegios, Al y Tum parecen estar disfrutando a lo grande. Por fin hemos recibido información suya, y la envían desde un lugar que por momentos parece inverosímil, un lago cuyas aguas son de color rosa. La única especie que en él habita es un tipo de alga adicta a la sal, que con la refracción solar, destella todo su color rosáceo, convirtiendo las aguas de esta laguna muerta en todo un espectáculo visual. Estamos seguros que nuestras viajeras, han conseguido zambullirse en el “lac rose”, tras haber untado su cuerpo con manteca de karité, un producto local que les permite a los recolectores de sal proteger su piel de las duras aguas de este lago.