Olinda: la más bella de Pernambuco

Nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1982, Olinda es una ciudad para recorrerla a pie y enamorarse de su arquitectura, tranquilidad y colorista fisonomía.

Panorámica de Olinda desde el Alto da Sé. Copyright Hernando Reyes
Panorámica de Olinda desde el Alto da Sé. Copyright Hernando Reyes

Aunque yo no he dormido en Olinda, creo que hubiera sido conveniente hacerlo. Sus calles de piedra, su accidentado relieve, su patrimonio histórico – arquitectónico y su cara de mil colores justifican, sin duda, pasar al menos una noche en ella. En cualquier caso, al estar tan sólo a 20 kilómetros de Recife, donde me encuentro, es muy fácil acceder a ella en autobús o incluso en taxi.

No cabe duda, que es una de las ciudades históricas más bellas de Brasil. Desde su fundación se instalaron en ella varias comunidades religiosas que erigieron sus iglesias, monasterios y conventos. En Olinda, surgió el concepto del “Brasil Holandés” pues aquí se asentaron los holandeses durante la colonización que hicieron del estado de Pernambuco desde 1630 a 1654. Sus calles oyeron algunos de los primeros gritos de independencia de la corona portuguesa y fue aquí donde apareció la primera facultad de derecho del país. En 2005 fue la primera ciudad brasileña en ostentar el título de Capital Cultural del país.

El carnaval da rua. Copyright hernando Reyes
El carnaval da rua. Copyright hernando Reyes
Fachadas de colores de Olinda. Copyright Hernando Reyes
Fachadas de colores de Olinda. Copyright Hernando Reyes

Hoy en día es un refugio de artistas y pintores por cuyas calles discurre un ambiente de tranquilidad algo bohemio, que tiene como testigo un importante legado arquitectónico barroco tanto portugués como holandés.

A la salida del famoso restaurante “Oficina do Sabor”, uno de los primeros en aparecer en el escenario gastronómico olindense y con un acervo de premios en su haber, me encuentro con Pablo Raimundo Bispo, el presidente de ACNO: Asociación de Guías Turísticos de Olinda, quien consiguió darme un paseo inigualable.

Como siempre he creído, la mejor forma de conocer una ciudad es caminarla y perderse sin rumbo. Atendí a las explicaciones de mi nuevo amigo, pero decidí la ruta según ese mapa «psico-geográfico» que todos llevamos por dentro, y que entiende sobretodo, de sensaciones e impulsos: me pierdo por recovecos, me invado de pequeños detalles y siento el palpitar de unas callecitas que recuerdan un pasado aún latente en un escenario que suena y huele a carnaval.

Olindenses en la puerta de una casa. Copyright Hernando Reyes
Olindenses en la puerta de una casa. Copyright Hernando Reyes
Detalle ornamental de una casa en Olinda. Copyright Hernando Reyes
Detalle ornamental de una casa en Olinda. Copyright Hernando Reyes
Colorida fachada de restaurante italiano en Olinda. Copyright Hernando Reyes
Colorida fachada de restaurante italiano en Olinda. Copyright Hernando Reyes

Y es que el carnaval de esta pequeña ciudad es uno de los más famosos del país no solamente por ser lo que aquí se denomina un “Carnaval da Rua” (eso quiere decir que carece de recintos cerrados para la celebración de la festividad más importante de Brasil), con sus propios ritmos y características: el maracatú y el frevo. El primero recuerda las coronaciones que acontecían en los grupos de esclavos a través de una danza que se efectúa sobre sombrillas doradas. El frevo, por su parte, es un acelerado ritmo derivado de la marcha.

Muñeca del carnaval de Olinda. Copyright Hernando Reyes
Muñeca del carnaval de Olinda. Copyright Hernando Reyes
Escuela de Samba en Olinda. Copyright Hernando Reyes
Escuela de Samba en Olinda. Copyright Hernando Reyes
Payaso gigante de carnaval. Copyright Hernando Reyes
Payaso gigante de carnaval. Copyright Hernando Reyes

Ante el Mercado de Esclavos o de la Ribeira donde las antiguas celdas de esclavos son actualmente pintorescos puestos de artesanías, me encuentro con los “Bonecos Gigantes”, unos inmensos muñecos protagonistas del carnaval, que desde ya, ensayan sus comparsas en la calle.

La parte más alta de Olinda es la plaza de la Catedral en el Alto da Sé, probalemente con las vistas más impresionantes de todo Pernambuco. Qué razón llevaba el conquistador portugués Duarte Coelho cuando al contemplar el mar desde esta zona alta de la ciudad en 1535 exclamó la frase que le dio nombre a esta ciudad:

¡Oh linda situaçao para fundar una vila!

El Convento de San Francisco, la Catedral da Sé, las Iglesias del Amparo, de Sao Joao, de San Benito o el Convento del Carmén son algunas de las muchas iglesias que sobre estas colinas se asientan y que están atestadas de tesoros de arte sacro colonial.

Detalle ornamental de estilo manuelino I. Copyright Hernando Reyes
Detalle ornamental de estilo manuelino I. Copyright Hernando Reyes
Detalle ornamental de estilo manuelino II. Copyright Hernando Reyes
Detalle ornamental de estilo manuelino II. Copyright Hernando Reyes

Atelliers de artistas, artesanía de diseño, galerías de arte y tiendas de antigüedades y curiosidades llenan las aceras de las calles con la creatividad más colorida que el trópico nunca imaginó. Fachadas, puertas, paredes y hasta techos son también una explosión de color, que conjuga las caprichosas formas manuelinas de la arquitectura lusitana con los curiosos detalles de las construcciones holandesas.

Olinda es para recorrerla sin prisas, con pausa y con todos los sentidos.

Plaza al atardecer. Copyright Hernando Reyes.
Plaza al atardecer. Copyright Hernando Reyes.

4 comentarios sobre “Olinda: la más bella de Pernambuco”

  1. Está muy claro que sientes a Brasil como tu propia carne y lo bueno es que me estás contagiando. Ahora solo queda animar a Nuria para que se decida, de nuevo, a cruzar el charco.
    Un abrazo, ciudadano Hernando.

  2. Só Olinda nos faz sentir o prazer de chamá-la lindamente linda. Subir as ladeiras e contemplar suas paisagens é sentir na alma a história do passado, as lutas precursoras pela liberdade do Brasil !

  3. Basta, basta de poner lo dientes largos. Aparte de envidia….malísima….siento una envidia malííííííííííííííísima.

    Felicidades por todo lo que haces, me gusta mucho la forma que tienes de ver las cosas.

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