Villa Capri, el hermano menor de Bel Mondo, es ahora el lugar de moda en Madrid y una trattoria que conquista paladares y acapara todas las miradas por haber sido concebida como el restaurante de una mujer que abandonó las ruidosas calles de Nápoles y se mudó al oasis de Capri, donde aseguró ver sirenas en el mar. Sus amigos no le creyeron y por ello decidió reflejar sus aventuras en la isla en su propio restaurante.
Texto y fotos: Redacción ALTUM
Es toda una refrescante experiencia a la italiana de la que se puede disfrutar en pleno centro de Madrid. Compartir con amigos las creaciones culinarias de los chefs de Villa Capri es lo más acertado que se puede hacer teniendo en cuenta que la propia premisa que ellos prodigan, dice: “sharing is caring”.
Como en todos los proyectos del Grupo Big Mamma, en Villa Capri el objetivo también es ofrecer una deliciosa y generosa comida al mejor precio, cuidando al más mínimo detalle a todos los clientes, asegurándose de que todas y cada una de las elaboraciones sean caseras, cocinadas a diario en el restaurante y como ellos mismos afirman, con “una doppia dosis de amore y productos directamente traídos de los predios de los proveedores locales de confianza”.
Entre ellos destacan los jugosos tomates San marzano de Paolo Ruggiero o la increíble Mozzarella de Buffala de Salvatore Corso. Además resaltamos que las pastas son caseras y hechas en el día, sus pizzas son esponjosas y crujientes (y también muy atrevidas); y en los postres no podemos menos que elogiar sus helados además de muchas otras deliciosas propuestas.
Decimoquinto restaurante de Big Mamma
Villa Capri es el restaurante No 15 del grupo francés Big Mamma, y es el segundo en Madrid. No cabe dudas de que es un lugar diferente a todo lo que había hecho antes el grupo, y sus directivos se vanaglorian afirmando que es “el nuevo chapoteo italiano con aroma de costa amalfitana”.
Naturalmente el interiorismo ha sido ejecutado por Studio Kiki, el equipo de diseño interno de Big Mamma, que con Italia en las venas, han querido que todo aquel que llegue a Villa Capri se sumerja en un ambiente estival absolutamente incandescente.
Son tres los espacios diferenciados en el restaurante: mar, orilla y tierra; el bar central está conformado por 1500 botellas de destilados vintage y una sirena junto a su tritón de más de 2.5 metros con luces LED en los pezones.
La bienvenida al lugar la dan unos caballitos de mar hechos en piedra y que fueron rescatados de un castillo abandonado en Sicilia; la cocina es abierta y realmente se convierte en todo un show pues el ambiente logrado por momentos transporta al comensal a la mitad del océano, y en otros, consigue que se pongan los pies en la tierra gracias a las flores verdes y rosadas que cobran vida y luminosidad a los tragaluces del sitio. Y, nunca mejor dicho, la terraza -llena de pérgolas y luces- es el lugar ideal para introducirse en ese concepto de la Dolce Vita que tanto admiramos y que en verano revive la parte más romántica de Capri.
Una cosa más, hay que ir al baño, y estar atentos a todo lo que sucede en el recorrido y en su interior…
Nicholas Amici, el Jefe de Escuadra
Consciente de la importancia que para los españoles es compartir la comida en la mesa, la oferta de raciones y antipasti es suculenta y destacamos la mortadela de pistacho producida por Gianni Negrini, o el prosciutto de parma traído directamente de Langhirano.
No podemos dejar de mencionar la Bomba Brava, una explosión de croquetas al estilo de las patatas bravas; o el gazpacho con tomates San Marzano, la jugosa Burrata Pugliese rellena de pesto verde y acompañada de fruta fresca, o los Sean Taconnery, una versión de la cialda italiana con tacos con bonito fresco, guacamole de calabacín, pico de gallo y chalota.
La sémola utilizada cada mañana para la elaboración de la pasta fresca proviene del Molino di Benedetto en la Puglia y algunas de las recetas más emblemáticas son: spaghetti con bisque y carne de bogavante, bottoni rellenos de ricotta y limón, espuma de provolone y parmigiano reggiano.
Pero ciertamente el plato llamado F*ck I’m Famous es la estrella del lugar, se trata de un ravioli relleno de Carbonara y yema de huevo crujiente de guanciale de la Toscana y un toque de queso peccorino.
Las delicias de Daniele Tasso
De sobra es sabido que las manos del Sr. Tasso nunca fallan en el apartado más dulce. El abanico nos hace decidirnos entrela tarta de queso 2.0 y la famosa mousse fondant al chocolate con chocolate negro y reubierto de más chocolate.
Y entre los clásicos creativos está “Mi limón, limonero” un dulce típico de la costa amalfitana a base de helado con limones de Amalfi y limoncello.
Más información: www.bigmammagroup.com/es/trattorias/villa-capri