Con los tejados a los pies y la vida de la ciudad a suficiente distancia como para desconectar de la rutina habitual, las azoteas se convierten en la opción perfecta cuando cae la tarde. Desde ahí arriba, Madrid se tiñe de un color especial cuando el sol comienza a ponerse. Un momento que el Hotel Emperador vive cada día y que ahora quiere compartir con huéspedes y locales. Cada miércoles, y de la mano de un guía oficial, el hotel hace un recorrido por los lugares más emblemáticos que se divisan desde su terraza 360º
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