Desde Rusia con amor

Una fría tarde otoñal me llevó a conocer el interior del Hermitage Museum de Amsterdam, uno de los más recientes museos europeos. Su exposición actual dedicada a Alejandro Magno, trae desde San Petersburgo, 350 obras maestras que me transportaron a un profundo viaje con el conquistador de Persia y de la India.

A orillas del Amstel, el antiguo hospicio para mujeres de Amstelhof del siglo XVII, se sometió a una reforma por parte de las firmas Hans van Heeswijk Arquitectos, Merkx+Girod Interiorismo, y Michael van Gessel arquitecto paisajista, con el propósito de albergar exposiciones temporales procedentes del Hermitage San Petersburgo, una de las colecciones de arte más importantes del mundo. Esta segunda fase del museo, abrió sus puertas hace poco más de un año, dando así oportunidad al antiguo complejo Neerlandia -primera fase del proyecto-, de convertirse en el Hermitage para niños.

El debut lo hizo la gran exposición “La Corte Rusa” con más de 1800 objetos insignias del lujo y el poder de los zares. El trono Romanov, exclusivos muebles, impresionantes vestidos, y deslumbrantes joyas se exhibieron en dos alas del edificio. El turno fue después para la muestra “Los Fauvistas”, con obras de Henri Matisse, Maurice Utrillo, Pablo Picasso, Chaim Soutine y el holandés Kees van Dongen, procedentes de la matriz rusa.

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Desde el pasado 18 de septiembre y hasta el 18 de marzo de 2011 el helenismo se hace presente en este recinto con una exposición dedicada al que probablemente sea uno de los reyes más citados y qué más interés despierta: Alejandro Magno. Rindiendo tributo a su importancia histórica y poderío, varios objetos artísticos me acercaron a sus viajes por Asia Central, además de sus contactos con Siria, Egipto e India. Pinturas, tapices, y arte decorativo me transportaron a las incursiones y conquistas del llamado “inmortal”, que se prolongaron durante años, y en donde lo acompañaron alrededor de 50.000 hombres. Todas las rutas de sus expediciones se pueden seguir en mapas interactivos y ordenadores. Los objetos de la exposición se encuentran entrelazados con un cortometraje, y una serie fotográfica realizada por el controvertido y famoso holandés Erwin Olaf.

Su café restaurante Neva, de claro corte contemporáneo, y con una terraza cubierta que mira al jardín, sirve platos de inspiración rusa. Terminé ahí mi visita absolutamente fascinado, y con el convencimiento de tener que estar permanentemente informado sobre las exposiciones que se inauguren en este complejo del XVII que cuenta con la más avanzada tecnología del XXI.

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