Cada país vive el 31 de diciembre de una manera muy diferente. Este relato nos acerca a las fiestas de fin de año tanto en Colombia como en Argentina.
La mujer no entiende por qué se despiden los años
¿De quién se despiden, de qué se despiden?
Sin embargo siempre celebra la última noche del año
En Buenos Aires la fiesta de año nuevo es importante
Lo es para reunir a la familia, para estar juntos
La mujer piensa que en Colombia pasa lo contrario
El año nuevo no es una fiesta familiar
La niña recuerda los años nuevos en Colombia
Donde se hacen unos muñecos para despedir el año
Los muñecos se hacen la semana antes del fin de año
Son muñecos hechos con material combustible
Muñecos rellenos con papel, con paja o con trapos
Muñecos que se queman con facilidad
Son los muñecos “añoviejo”

Se los viste con ropas viejas halladas en los baúles
Se les ponen máscaras de personajes del año
Se hacen “añosviejos” con cara de Obama y Osama
“Añosviejos” Chávez, Uribe, Dilma, Cristina, Santos
“Añosviejos” Shakira, Toñito, Piqué, Messi
“Añosviejos” reina de belleza, rey de corazones
Cualquier personaje sirve para “añoviejo”
“Añosviejo” sin tema, “añosviejo” con cualquier cara
En los pueblos colombianos los sientan en las calles
Los ponen en mecedoras, los cuelgan de los techos
Es común verlos impávidos con un cartel en la mano
Los cartelitos tienen leyendas: “Adiós año de mie…..
Que el 2011 no vuelva…Año vete al carajo…Viva la patria…
Te quise mucho Leidis…Te amè Güilian…”
Cualquier recuerdo que se quiera borrar se quema
Parece que el muñeco borra los malos recuerdos
La mujer gozaba haciendo el “añoviejo” con sus hijos
Era un “añoviejo” sin temática, un “añoviejo” común
Sin cartel, sin letrero, con cara de espantapájaros
El 31 a media noche tras los rituales de rigor
El “añoviejo” se quemaba en medio de la calle
Algunas veces en sus entrañas tenía pólvora
Algún volcán, algún buscapié, algún triquitraque
El “añoviejo” explotaba y saltaba hasta morir
Hasta convertirse en cenizas
Hasta borrar el año anterior
En Colombia hay muchas tradiciones
Es un país lleno de supersticiones, la gente es agüerista
La familia de la niña era de respetar los agüeros
Nadie se pasaba la sal de mano en mano
Jamás se sentaban trece personas a la mesa
Nunca ponían los sombreros encima des las camas
A nadie se le ocurría pasar debajo de una escalera
Muchísimo menos abrir un paraguas en un cuarto
Nadie nombraba a las culebras, les decían lagartos
Se tocaban la cabeza como si las tuvieran de madera
Para la buena suerte hay que tocar madera sin patas
Las mesas no servían, ni los percheros
La niña era agüerista, la mujer por suerte no lo es
La mujer no entiende cómo su familia lo era
La niña sufría con el tema
La mujer al recordarlo, no logra entenderlo
También en año nuevo se comían doce uvas
Una por cada mes del año que llegaba
Con cada uva en la boca se pedía un deseo
La mujer recuerda que la niña pedía salud , amor y paz
Era poco original la niña, piensa la mujer
Para los viajes en muchas casas se tenían listas maletas
Después de comer las uvas y de brindar
Cada uno cogía su maleta vacía y salía corriendo
Se le daba la vuelta a la manzana
Con la maleta en la mano se atraían los viajes
Sobre las mesas se ponían trigo, sal, agua y billetes
Para que no faltaran la comida, la salud y la plata
La mujer no olvida esos rituales y tampoco los añora
Al pensar en ellos sólo le parecen divertidos
Los argentinos no los comparten, son gente seria
A las 12 de la noche brindan ceremoniosos
Se abrazan y se besan, se desean Feliz Año y ya está
La mujer se enteró que hasta comienzos de los 50´s
En Buenos Aires había un diario llamado La Prensa
Era un diario de los conservadores, no era peronista
Tenía sus oficinas a media cuadra de la Plaza de Mayo
A media cuadra de la Casa Rosada, la casa presidencial
En esos años el presidente era Perón
En La Prensa tenían una sirena muy potente
Los porteños se enteraban que eran las 12 por la sirena
Salían a la calle a recibir el año escuchando la sirena
Era tan potente que se oía a más de cien cuadras
Sonaba durante cinco minutos seguidos
Parecía el pito de un tren con altos y bajos
La gente recibía el año con su sonido y los abrazos
El brindis se hacía en las calles, los besos eran públicos
La sirena se acabó porque Perón cerró el diario
Lo clausuró por ser opositor
La gente se molestó, hasta los peronistas lo sufrieron
La gente añoraba a la oposición y también a la sirena
La mujer no sonríe al escribirlo, teme hablar del tema
Le parece de mal agüero, aunque no sea agüerista
Le parece un imposible-posible
Prefiere volver a recordar los fines de año en Colombia
Recuerda con felicidad el tema de la casita
La casita era una tradición japonesa
Se fabricaba a lo largo de todo el mes de diciembre
La mujer la hacía con sus hijos y sus amigos
La casita tenía una base de cartón-paja
Las paredes y los techos eran del mismo material
Se hacía un pegamento de claras de huevo y azúcar
Para pegarle dulces en los muros a la casita
El techo se cubría con dulces rojos o con chocolates
Las paredes se llenaban de caramelos y gomitas
Las ventanas se hacían con menticas, y mashmellows
El pasto del jardín podía ser de dulces verdes o blancos
La cerca y los árboles con bastones de caramelo
No había reglas, se trataba de que fuera bonita
Bonita y deliciosa para comérsela el día de año nuevo
La mujer lo recuerda con felicidad
Los hijos de la mujer que están lejos de Argentina
También lo recuerdan con alegría
En Argentina la última noche del año se come mucho
Generalmente se hace un súper asado
Es el asado más importante del año
Los argentinos comen el mejor asado del mundo
La mujer lo sabe bien y le encanta
Se brinda a media noche y también se baila
La mujer se inhibe un poco, no baila tango
Tango bailan los argentinos de la edad de la mujer
Algunos jóvenes también lo bailan
La mujer baila bien los ritmos caribeños
No le parece difícil mover las caderas, ni la cintura
Le parece difícil bailar sin moverlas
El tango se baila así, con las piernas y el garbo
Sin cintura y sin caderas, el tango es maravilloso
La mujer no logra hacerlo ni medianamente bien
Le enseñaron que se baila moviendo la cintura
En el tango no se hace, sólo se mueven las piernas
Por eso la mujer mira durante la noche de fin de año
No baila, brinda , y piensa
Piensa y desea que al año que llega
Sea maravilloso, sea el mejor
Siempre piensa lo mismo
Nunca hace promesas de año nuevo
Porque cuando las hacía de niña
No lograba cumplirlas
La mujer nunca promete en año nuevo
Año nuevo nunca es la fecha para dejar de fumar
Nunca es la fecha para comenzar la dieta
Porque tampoco logra cumplirlo
Así que sólo le da gracias a sus amigos, a sus afectos
Le gustaría que sus hijos vinieran a visitarla
Que la salud no falte, que todos busquemos la felicidad
Porque “quien busca encuentra”
La mujer no siente nostalgia la noche de fin de año
Aunque extraña algunos rituales
No extraña ningún agüero
La mujer siente paz, amor, alegría
Y les desea a todos UN FELIZ 2012
María Isabel Vargas Arango
Buenos Aires, diciembre de 2011