Madeira te deja atónito, te deja del revés
Desde que debutara en la Pasarela Cibeles, Juan Duyos, no deja de triunfar en el sector de la moda. El suyo es uno de los desfiles más esperados en la próxima edición de la Mercedes Fashion Week de Madrid, y en ella mostrará su colección inspirada en la isla de Madeira, un lugar en el que ha hecho una especie de catarsis creativa con la naturaleza y del que se ha dejado impregnar de un inmenso conjunto de elementos y tradiciones artesanas que le han servido de fuente de inspiración para sus diseños.
Por: Hernando Reyes Isaza
Diseño y costura son las dos constantes en la vida de este creador de moda que a lo largo de su carrera ha podido manifestar su conocimiento en varios campos. Ha sido Brand Ambassador de diferentes marcas, en dos ocasiones ha sido diseñador del alumbrado navideño de Madrid y hace unos años se inspiró para otra de sus colecciones en Costa Rica.
Su último proyecto se llama EsFascinante, un negocio online enfocado en el prêt-à-porter y actualmente prepara su vuelta a las pasarelas con una colección inspirada en la isla portuguesa de Madeira y que presentará este otoño en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid.
Visitamos a Juan Duyos en su estudio para conocerlo mejor y entender todo aquello que le transmitió Madeira.
¿Quién es Juan Duyos?
Es difícil definirme. Soy un afortunado que se inventó una historia que tuvo éxito. Empecé a finales de los 90 con una amiga con toda la ilusión de dos chavales inexpertos que no tenían ni idea de nada y que se metieron en una historia que salió bien, y eso quiere decir vivir de lo mío, pagar a los míos y vivir de lo que me gusta.
Soy feliz con lo que hago cotidianamente. Externamente, todo lo que hago se percibe de otra manera, los desfiles, las cosas que diseño son muy bonitas, muy visuales, muy caras, y eso deslumbra un poco. Sin embargo, ya has visto tú mismo cómo es este lugar de trabajo, cómo somos, cómo trabajamos… Somos gente “currante”.
En su opinión, ¿cómo debe ser el viaje perfecto?
El viaje perfecto es el que primero te ilusiona y cuando llegas a destino, te llena.
El arranque ha de ser la ilusión, piensa que todos hemos hecho viajes sin ilusión y luego una vez allí te puede llenar, pero no es lo mismo si la ilusión prima. Si vas con ilusión y llegas y te llenas de historias la cabeza y el corazón se emociona estás ante un viaje de éxito.
¿Cuál fue el primer destino que sirvió de fuente de inspiración en su trabajo?
Los viajes siempre son inspiradores. No siempre viajo para hacer colecciones pero en el caso de Madeira sí así. Hay momentos en que estás más receptivo pero si hablamos de viajes por el mundo, la primera vez que el shock se apoderó de mí, fue en Tokio. Yo era joven y aquello me parecía “Blade Runner” porque en la España de los años 90 no había pantallas que se movían y esas cosas, aquí no teníamos lo que veías en Tokio. Cambias de alimentación y de cultura a lo bestia; ahora la gente se sorprenderá menos, creo. Y el último viaje que me ha inspirado es este que he hecho a Madeira que vamos a contar en la pasarela ahora en septiembre.
Estoy convencido que los viajes para contar en una colección te tienen que “petar” la cabeza. Eso me lo dio esta isla.
¿Qué tiene de especial la próxima edición de la Mercedes Fashion Week?
Para mí, todo. Después de un año y medio de parón de dos colecciones, casi tres, hechas desde el estudio para poca gente, todos con mascarilla, convocando a muy pocos periodistas y haciéndolo todo en “petit comité” para salvar la situación… Y luego tras el confinamiento y en medio de una pandemia irte a un viaje que te vuele la cabeza de esa manera y que flipes tanto para, encima, contar una historia con tu trabajo es algo que vivimos excepcionalmente.
Esta es mi vuelta a las pasarelas y además de una manera exquisita, contando un viaje por esta isla. El que haya ido allí, sabe de que hablo, y yo voy a intentar (a ver si me sale) transmitir a través de un formato muy complicado todo lo que me pasó. Reconozco que fui sin expectativas, las islas en general me vuelven un poco loco, todas tienen su atractivo, pero una de las cosas que más me sorprendió para bien es el orgullo que la gente allí tiene por su isla.
Ya se inspiró en Costa Rica en un pasado. ¿Cómo decidió que en esta oportunidad sea Madeira la fuente de inspiración?
En cada colección tienes que contar una historia de la manera más poderosa posible, tienes que llegar a la gente rápidamente y emocionar. Muchos hemos hecho colaboraciones con muchas marcas, y de hecho estoy muy orgulloso de que me llamen para promocionar historias, esos son trabajos maravillosos.
Pero eso no tiene nada que ver con un viaje inspirador. Siempre digo que el mundo de las colecciones es realmente “mi mundo”, aquí solo entra la gente que yo quiero, la moda es un estilo de vida, no es ese mundo que acaba en un pantalón o una falda.
¿Qué tiene Madeira que otro destino no le haya aportado creativamente para para su trabajo?
Este fue un viaje emocional por el momento en que tuvo lugar, cuando todos deseábamos volar, y luego por la isla en sí misma. Es impresionante, y nosotros aterrizamos allí con ganas y con ímpetu.
Mira, era tal la ansiedad que tenía por salir que aún en medio de una gran tormenta, y estando advertidos de ello, nos fuimos a patear. Montaña, frío, calor, gente de nuevo, un paisaje único…
¿Si hubiera que ponerle a Madeira el nombre de una modelo, cuál sería?
Casualmente estoy ahora con el casting. No quiero ser absolutamente purista en cuanto a la imagen de una mujer portuguesa, isleña. La idea es que Madeira sea de todos, y que todo el mundo vaya, y créeme que estoy pensando hasta en modelos albinas. Hay un claim muy importante en esto y es que “Madeira es para todos”. Pero si fuera una modelo de las de siempre, de las tops de los 90, sería Christy Turlington.
No era ni la más guapa ni la más cañón, pero para mí era la más cool, con más swing… Yo he trabajado con todas, pero te diría que asocio Madeira a esta modelo; te deja sin aliento y yo no soy alguien muy impresionable pero cuando me gusta una cosa… Llegué a Madrid y ya quiero volver a esa isla pero sin agenda.
Esta isla portuguesa es, en parte, una combinación perfecta de mar y montaña. ¿Se refleja esto en su colección?
A ver, desde el principio se nota la parte más floral y todos los bordados, por supuesto. Pero por ejemplo, vamos a sofisticar el tejido más típico de allí a nivel costura, lo vamos a mezclar con bordados, lo vamos a mezclar con una lentejuela que llamamos mermelada. Todo esto va a ser el principio de la colección porque cuando tu cuentas una historia tienes que tener una narrativa clarísima: la chica que abre y la chica que cierra es una declaración de intenciones; tu abres con un loop que luego va contando una historia. Creo que el principio y el final va a ser eso que a mi me sorprendió tanto, y en medio, todo un viaje floral, de la montaña e incluso del negro, porque Madeira para mí también es antracita.
Vamos a irnos a grises, a los elementos volcánicos de la isla; los paisajes, los tonos pasteles o metálicos y los tierra, y evidentemente el mundo marino. Hay un montón de tejidos que para mí han sido paisajes, colores, sabores, ideas…
¿Tiene ya en mente algún otro destino por visitar para conseguir inspiración?
Hay destinos que llegan a mí y otros que yo he buscado. Ahora bien, para meterlos en mi trabajo no tienen que ser necesariamente vacacionales. Yo tengo muy separado mi mundo profesional con el de las vacaciones. Sé que voy a volver a Madeira por placer.
A nivel laboral la historia que un destino despierta en mí debe ser muy explosiva y que me deje atónico, que me vuelva del revés, y eso me pasó en Madeira. Este verano haremos destinos españoles y nos reencontraremos con nuestras raíces, hay que liarla en este país (risas). Para mis colecciones tiene que haber un punto de inflexión y que alguien te lo facilite.
¿Cuál es el titular perfecto para esta colección inspirada en Madeira?
Mi responsabilidad es poder llegar a transmitir en 10 minutos toda la emoción que yo sentí. Quiero que la gente se emocione con esto aunque sea un poquito -30 segundos de pelo de punta-, eso me vale.
No soy quien para hablar de lo mío en superlativo, pero voy a intentar emocionar y que se diga que ha merecido la pena estar en el desfile de Juan. Mi idea es que sean 37 salidas con 37 modelos.
Más información: www.visitmadeira.pt y www.duyos.net