La calma que hoy se respira es inversamente proporcional a los sobresaltos y agitación que sus moradores vivieron siglos atrás. Sigue donde siempre estuvo: muy cerca de la provincia de Salamanca . El visitante que nunca oyó hablar de ella se ve gratamente sorprendido al instante. La historia pasea deteniéndose en cada una de las piedras, callejuelas o torres. Pero Trancoso esconde más. Mucho más que el visitante tiene que descubrir.
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