Amsterdam: Moderna y clásica

Tras las copiosas nevadas, Amsterdam más que nunca parece una postal de navidad. Un recorrido realizado a pie ,me confirma su postura a mitad de camino entre lo moderno y lo tradicional, con un aire invernal que recuerda los cuadros de Avercamp.

Amsterdam es una ciudad geométrica. Lo son sus viviendas y sus parques, su trazado y sus vías acuáticas. Es la ciudad de las formas. Es la capital de los edificios angostos, de las fachadas inclinadas y de las casas con una arquitectura de cuento. Es la meca europea de las bicicletas y de las drogas blandas. Es una urbe de canales, de barcos, de puentes, y por supuesto la Gran Dama del río Amstel, esa que da guarida en vitrinas rectangulares a las prostitutas (aunque cada vez hay menos, pues el negocio parece hacer aguas frente a las ofertas de internet). Pero si hay algo que en Amsterdam y en Holanda, es verdaderamente sugerente, es el diseño. Gráfico, industrial, de interiores, o de moda. El diseño se percibe en cada esquina, en cada hotel, en cada museo, en cada bar, en cada espacio… Siempre hay una evocación del color que pasa por lo simple o por lo barroco con vahos modernos y contemporáneos; que adora las formas básicas, sobrias y también las profusas. Amsterdam conjuga como nadie, lo clásico con lo moderno, lo tradicional con lo vanguardista: un binomio indisoluble de los Países Bajos en donde el ayer siempre es hoy, y el hoy, es futuro y tendencia.

Sin importar la temperatura de estos días –ayer la máxima fue de menos 3 grados-, o la cantidad de nieve que se recueste sobre ella, siempre es un placer recorrerla, caminarla, sentirla, volver a encontrarla… Y ayer, fue eso lo que hice. A modo de recorrido altruista, hoy traigo a mis lectores una jornada sencilla pero inolvidable. Cálcese unas buenas botas de invierno y disfrute de este paseo entre la nieve:

09.00 a.m. Abra los ojos en las enormes camas del HOTEL CITIZEN M (sí, se que se ha hablado mucho de él, pero yo tenía que probarlo), el más chic de la ciudad, un paraíso del diseño contemporáneo, y un concepto nuevo en cuanto a funcionalidad y manejo de espacio.

En su filosofía se conjuga algo así como EL LUGAR PARA AQUELLOS QUE CRUZAN CONTINENTES COMO SI CRUZARAN CALLES. Ha recibido recientemente el premio denominado Trendiest Hotel in the World 2010 otorgado por los 15 millones de usuarios de Tripadvisor. Este galardón se une a una larga lista de laureles obtenidos en los dos años anteriores.

10.00 a.m. Desde la parada de tranvías ubicada en frente del hotel, súbase al número 5, y llegue hasta el auditorio de la ciudad para desayunar en su café, el HET CONCERTGEBEUW CAFÉ. Un lugar de aires clásicos que con muy buen gusto ha sabido decorar su recinto para gente de cualquier edad. La sala de conciertos y de ópera es la sede de la filarmónica de Amsterdam, y este café es muy concurrido por personalidades del mundo del arte y el teatro. Entérese de los últimos conciertos, las actuaciones musicales de la semana, o consulte la cartelera de teatro. Cuenta con wi-fi, y ofrece una buena selección de prensa local y revistas en inglés, que se convierten en los mejores caompañeros de viaje mientras disfruta de un chocolate muy caliente con un croissant.

11.00 a.m. Al salir del café, deténgase frente a la explanada de los museos y deleitese con los juegos que niños y mayores realizan sobre el techo, cubierto de nieve, del popular supermercado Albert Heijn. Los ciudadanos lo utilizan como tobogán, en trineo los niños, y deslizándose en cartones muchos de los adultos. Toda una experiencia muy AMS! Atrévase.

12.00 p.m. Aunque en este barrio existen varios museos, en esta oportunidad la cita será con el más puro arte flamenco, un encuentro con el siglo XVII o el llamado siglo de oro holandés. Y para ello, no existe en el mundo mejor lugar que el Rijks Museum. Toda una institución nacional instaurada en el interior de un espectacular edificio neogótico. Esta pinacoteca alberga verdaderas joyas holandesas de Rembrandt, Vermeer o Hals, así como mobiliario, joyas y trajes de un fascinante pasado.

13.45 p.m. Para poder seguir el recorrido a pie, he escogido el restaurante MOMO Restaurant, Bar and Lounge, para comer. Aquí los platos más renombrados del lejano oriente son los protagonistas. Un definido concepto gastronómico asiático, encuentra en este restaurante el escenario perfecto de occidente, donde gastronomía y tendencias de interiorismo, se funden en un agradable ambiente. Momo en japonés, significa Mentalidad Abierta, un concepto que impera en esta ciudad que cada vez rompe más esquemas, trasgrede y sorprende.

15.00 p.m. Emprenda una caminata hacia el barrio de los anticuarios o el Spiegelkwartier. Más de 70 tiendas dedicadas al arte y las antigüedades le ayudarán a entender porqué esta zona de la ciudad se dedica a estos menesteres desde el siglo XVII. En cada vitrina y en cada escaparate siempre hay un trozo del pasado que se adapta a la vida actual. El poderío naviero y comercial de una nación que liderara la Compañía Holandesa de las Indias se palpa en piezas y artículos de un pasado marinero, de aventuras y conquistas.

16.15 p.m. Cerrando las actividades del día, los aficionados a la moda, deberán acudir a un museo bastante curioso, fuera del escenario turístico y con un toque de frivolidad, que siempre resulta alentador; me refiero al Hendrike Museum of Bags and Purses, en donde cientos de ejemplares de bolsos, carteras y maletas desde el siglo XVI hasta nuestros días se exponen en un ambiente de intimidad muy bien logrado. Provenientes de un coleccionista particular, y en una típica casa sobre un canal, este museo puede poner fin a nuestra incursión por la llamada ciudad del pecado. Su romántico café, invita a una pausa, y su tienda termina por aderezar la experiencia con algún recuerdo.

18.00 p.m. Teniendo en cuenta que por esta época la luz solar se ha extinguido hace un par de horas, diríjase al Café Americain para regalarse un trago. Probablemente un gin-tonic le haga sentirse la estrella en medio del ambiente clásico art noveau, que se respira en un interior de altísimos techos iluminado con lámparas de Tiffany.

Si aún le quedan fuerzas, para la cena y el entretenimiento nocturno podría sugerirle varios lugares, pero creo que lo mejor es perderse por esta ciudad que expele creatividad y simpatía por todas sus esquinas, en busca de los sitios que más se adapten a sus preferencias. Yo por mi parte, me quedo en este café hablando con unos amigos locales, que me cuentan las preferencias de los holandeses para la cena de nochebuena. Puedo adelantarles que la gran mayoría se inclina por el conejo con lombarda dulce y especiada; otros prefieren el clásico pavo relleno de castañas.