Cinco son los municipios que se encuentran en esta ría de la provincia de A Coruña y que tan solo a 20 minutos de la capital compostelana es conocida como “el mar de Santiago”. Este geodestino acumula lugares de interés histórico, elementos patrimoniales y paisajes únicos, además de englobar la riqueza productiva de uno de los mejores mariscos gallegos: el berberecho.
Texto y fotos: Redacción ALTUM
Su situación geográfica es más que afortunada y durante siglos fue el escenario al que llegaban por barco almas provenientes de toda Europa para seguir la ruta hacia Compostela.
El Camino de Santiago por mar
El peregrinaje por mar a la ciudad del Apóstol se hace navegando desde el puerto vasco de Hondarribia en la frontera con Francia, hasta el puerto de Muros en A Coruña, para a continuación desplazarse por tierra hasta el Monte do Gouzo y realizarla última etapa a pie, entrando en Santiago de Compostela por el trayecto habitual de los Caminos Francés, Norte, Primitivo y Aragonés.
Aunque este trayecto por mar bordea hasta diecisiete puertos del Mar Cantábrico es importante al menos tocar dos de ellos para poder sellar en su capitanía la acreditación, para que al llegar a Santiago se acredite la distancia mínima y ésta sea reconocida por la oficina del peregrino de la Diócesis Compostelana.
Cinco consellos, una ría
Son casi 400 kiómetros cuadrados de esta ría que empieza al norte con la playa de Ancaradoiro (Muros) y se cierra al sur con la playa de Espiñadero. Entre ellas se ubican numerosos arenales en ligeros promontorios de suave arena.
Las dos cabeceras de la comarca, son las localidades de Muros y Noia, que cuentan con unos centros históricos de gran valor, mientras Porto do Son ofrecen todo el tipismo de los pueblos pesqueros. Por su parte, la población de Outes combina en su paisaje mar y montaña, mientras que Lousame es un territorio de interior de gran belleza, que esconde un sorprendente legado minero.
De pesca y marisqueo
Los mismo gallegos consideran a la población de Muros como una de las villas marineras más hermosas de todo su territorio. Desde el s. X, la pesca y el marisqueo han sido el principal medio de vida de sus habitantes. Entre sus edificios destacan los de corte gótico o barroco, algún elemento modernista y, cómo no, las típicas galerías acristaladas de Galicia. Sus calles son un rosario de emociones: rúa del sufrimiento, rúa de la amargura, rúa de la salud, rúa de la soledad, etc…
De marineros y zapateros
Noia ostenta el título de conjunto histórico – artístico, y para muchos, la mejor villa ojival gallega, que además de haber sido una tradicionalmente un escenario de hombres de mar, también lo fue de zapateros.
Su Museo de Lápidas Gremiales ubicado en la Iglesia del siglo XIV de Santa María A Nova es uno de los principales atractivos históricos del municipio. El Museo do Mar de Noia, actualmente en reconstrucción, representa el esfuerzo de un buen número de amantes del mar por recoger una ingente colección que derrocha tipismo y que recibe unas grandes a afluencias de visitantes.
Berberechos y sombreros
Situado en la costa oriental de la provincia de A Coruña, el municipio de Outes ofrece una rica variedad de matices paisajísticos y contrastes. Sus fronteras están determinadas por la desembocadura del río Tambre y Noia al sur y por los Concellos de Muros al oeste, Mazaricos al norte y Negreira al este. La peculiaridad orográfica de Outes crea escenarios muy hermosos, en muy corta distancia los montes de más de 500 metros se convierten en un plácido estuario que forma parte de la red Natura 2000.
Con salida al mar, Outes ofrece en el puerto de O Freixo uno de los lugares más frecuentados para degustar el famoso berberecho de esta ría, así como ostras y otros deliciosos manjares.
Los sombreros conocidos como Sancosmeiros son una de las señas de identidad del municipio y Pontenafonso, el gran broche final al río Tambre, es uno de los lugares más idílicos de toda la ría.
Petroglifos y arenales
Porto do Son es un municipio cargado de historia, tal y como lo atestiguan sus numerosas mámoas, la cueva mítica Fonforrón y un extraordinario conjunto de petroglifos.
El Castro de Baroña es uno de los más importantes y mejor conservados de Galicia, está situado en una pequeña península rocosa, separada de la tierra por un istmo de arena. Su playa vecina nos sirve para comentar que estamos ante el municipio gallego que cuenta con un mayor número de playas. Más de una veintena de hermosos arenales nos permite elegir la que más se adapte a nuestros gustos.
Portosín es el otro gran centro turístico, un típico puerto pesquero dedicado especialmente al pez azul, que también acoge un animado Club Náutico.
Turismo Industrial
En la actualidad existe un creciente interés por acercarse a conocer en primera persona cómo eran y cómo se han adaptado a los tiempos algunos de los oficios artesanales que durante siglos constituyeron el principal modo de vida de la comunidad gallega.
El funcionamiento de la central hidroeléctrica del Tambre, en Noia; la transformación desde sus orígenes de la fábrica de salazón a su posterior conversión en fábrica de conservas del Museo de Sel, en Muros o los petroglifos de Lousame, son algunos de los atractivos turísticos que A Ría da Estrela se está esforzando en dar a conocer entre esos nuevos turistas que más allá de la pasión por viajar, buscan experiencias novedosas que les aporten conocimiento y les permitan vivir en primera persona el día a día de las gentes de dicha localidad.
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