El que sea probablemente el lugar más “cool” de Lisboa está a punto de cumplir cuatro años y su popularidad no decae, al contrario, va en aumento. El logrado concepto de modernidad, el diseño de sus instalaciones y la magnífica calidad de su oferta culinaria hacen de este local a orillas del Tajo un lugar imprescindible en una visita a la capital portuguesa.
Texto: Redación ALTUM
Ya está bien de repetir esa frase que dice “Lisboa está de moda”. Lisboa siempre ha estado de moda, lo que pasa es que la gente mira cada vez más a Lisboa por diversos motivos, y eso es diferente.
Lo cierto -al margen de que sí que es verdad que cada día reluce más por su belleza y su interesante personalidad- es que para los españoles es un destino de proximidad, es una ciudad razonable en términos económicos, que atrae cada vez más y sobre todo, en ella no nos sentimos extranjeros.
En Lisboa estamos como en casa, y no hay ningún tipo de rivalidad con nuestros queridos vecinos, al revés, todo son similitudes y sutiles diferencias que siempre celebramos.
Un acertado concepto
En la evolución de las ciudades en aras de ser más cosmopolitas, de estar a la altura de un destino internacional de primer orden y de saber captar adeptos, nosotros los especializados en viajes y destinos somos probablemente quienes más rápido detectamos los cambios, pero sobre todo, la esencia, el alma y el fondo de los lugares que visitamos. Lisboa es una de esas ciudades que cada vez que la visitas te cuenta algo diferente, algo que supera a la visita anterior, por eso siempre ha estado de moda.
Es cierto que si en un momento dado “As Docas” fueron un atractivo diferencial en Lisboa por la novedad que traía este espacio a la ciudad, no había un sitio a orillas del Tajo que reuniera las peculiaridades que reúne Sud Lisboa, que no son otras que sofisticación, lujo y diseño en tres ambientes claramente diferenciados: la terraza-restaurante, el pool lounge, y su hall o sala de fiestas.
Vanguardia sobre el Tajo
El espacio arquitectónicamente es fascinante, el resultado es obra del reconocido arquitecto radicado en Bélgica, Antoine Pinto quien ha dejado su sello en dos espacios unidos por una pasarela aérea: Sud Lisboa Terraza y SUD Lisboa Hall.
La primera planta del primer edificio alberga el restaurante de cocina mediterránea contemporánea con deliciosos entrantes como el carpaccio de novillo charolés o la ensalada de cangrejo real con aguacate y tartar de tomate.
Las carnes y los pescados son de la mejor calidad y los postres una tentación. Sin duda, el sello italiano está presente en una carta diseñada por el chef Patrick Lefeuvre.
El ambiente evoca el movimiento Decó de los años 30 y predominan elementos orgánicos de la naturaleza que se combinan perfectamente con la gama de tonos color madera que prima en un interiorismo de líneas fluídas.
La barra, de caprichosos movimientos circulares, y la escalera, que conduce al pool lounge, captan la mirada de todos los comensales. Y claro, parte de esa magia la aportan los maravillosos DJs que se encargan de fomentar el mejor ambiente.
El exclusivo rooftop
La segunda planta con un pequeño bar y con la infinity pool tiene unas vistas al río y al famoso puente 25 de abril, sencillamente de quitar el aliento.
No es de extrañar que este lugar se haya convertido en el punto de encuentro de celebridades, diplomáticos, ejecutivos y la gente más chic y en el sitio para ver y ser visto. Aquí es obligación dejarse conquistar por algunos de sus ya famosísimos cócteles.
Eventos inolvidables
Cruzando el puente, que parece más una pasarela aérea, se llega al edificio en el que se encuentra SUD Lisboa Hall. Se trata de la sala de fiestas y el espacio para eventos que tiene fascinado al sector empresarial y a las grandes marcas del mundo del lujo.
Aquí han encontrado un espacio casi ya convertido en icono de sus eventos y presentaciones. Hay que recalcar que la labor que ha hecho el chef Ángel Reyes al mando de los fogones supera cualquier expectativa.
Más información: www.sudlisboa.com